Siembra de aguacate y berries "sin control" en Michoacán

MiMorelia.com

viernes, 22 de marzo de 2024

La pérdida de superficie boscosa, los bajos niveles de agua en las presas y lagos, el uso desmedido de agroquímicos, la siembra sin control de algunos productos y el crecimiento desmedido de fraccionamientos habitacionales en algunas ciudades está generando problemas ambientales que ya comienzan a afectar el desarrollo del estado y el derecho de las personas a gozar de un medio ambiente sano advierte el académico Marcial Reyes Cázarez.

Profesor e investigador del Tecnológico Nacional de México, campus Pátzcuaro e integrante del Consejo Estatal de Ecología de Michoacán (Coeeco), Reyes Cázarez advierte que se deben tomar medidas inmediatas para detener el daño ambiental que están generando la sobre explotación de los mantos acuíferos para la producción de algunos productos como el aguacate y las berries que incluso ya comenzaron a invadir parte de las zonas de algunos lagos, aprovechando el bajo nivel de agua que actualmente registran.

Programas como el denominado “Guardián Forestal” -sistema de vigilancia satelital presentado este año por el Gobierno del estado para frenar el cambio ilegal del uso de suelo- deben servir para detener el crecimiento desmedido de las huertas ilegales de aguacate que ya se han detectado incluso al interior de los lagos, aprovechando los bajos niveles de agua que registran desde hace varios años.

Pero no solo el crecimiento de las huertas ilegales de aguacate está causando daños al ambiente, sino también los cambios ilegales de uso de suelo para la producción de berries. A diferencia del llamado “oro verde”, las frutillas, explica el académico, requieren del doble de agua y en el periodo previo a la temporada de lluvias, lo que puede contribuir a ahondar más el problema de la falta de agua.



Al ser cuestionado si la sequía y los bajos niveles de agua que registran las presas y lagos del estado son naturales, es decir, un fenómeno cíclico, el investigador explica que en los últimos años se ha estado agravando el problema por varios factores: llueve menosla captación de agua ha disminuido y su explotación se ha incrementado.

Por ejemplo, dice que, en los últimos tres años en la cuenca del lago de Pátzcuaro, en algunos lugares, no se han rebasado los 400 milímetros de lluvia, es decir, por metro cuadrado no se han precipitado más de 400 litros, cuando anteriormente, hace aproximadamente una década, era lo doble de esto y hace 20 años era lo triple.

A la falta de lluvias se suma el aumento de las temperaturas que facilita la evaporación del agua que, sumado a los problemas de deforestación, cambios de uso de suelo y barreras para la captación, hace que los niveles de sequía registrado ya alcancen al 91.3 por ciento de los municipios del estado.

Los problemas de abastecimiento que registra Morelia en los últimos años, opina el académico, responden a diversos factores: deforestación y cambio de uso de suelo de sus zonas boscosas para la siembra de aguacates y construcción de nuevos fraccionamientos habitacionales, el mal estado de la red de distribución de agua potable y los bajos niveles de sus presas y manantiales. Quienes opinan que el problema se resuelve solo modernizando la red de distribución y drenaje -por medo de la cual se calcula se pierde el 40 por ciento del agua- están quedando cortos porque se requiere atender también las zonas de captación que han sido afectadas y recuperar la vocación forestal de algunas zonas del municipio de Morelia.

Uno de los aspectos que pocos han advertido, dice Reyes Cázarez, es el número de casas que hay en Morelia y que se han convertido en pequeñas captadoras de agua, a través de sus tinacos y aljibes, que pueden estar teniendo ya un impacto en el ciclo hídrico.

En esta situación es importante que la planeación y el desarrollo urbano sí considere cuales son las áreas prioritarias, si es que se va a seguir teniendo un crecimiento poblacional y un crecimiento de construcción de vivienda, es decir, las constructoras inmobiliarias sí deben ser muy consientes en esta situación”.

Advierte que el nivel de las presas y manantiales que surten de agua a Morelia se encuentran en niveles preocupantes: Cointzio, que ya “terminó su vida útil” por debajo del 40 por cientoUmécuaro al 25 por ciento de su nivel totalLa Mintzita a un nivel casi de sobre explotación. Por ello, dice, están generándose conflictos entre los operadores de agua potable que hay en la capital michoacana.

Al ser cuestionado sobre las medidas anunciadas por las autoridades como medida para incentivar o controlar las lluvias, como el llamado “bombardeo de nubes” o los “cañones antigranizo”, Reyes Cázarez muestra su preocupación por varios motivos: no existen mediciones precisas que demuestren que son afectivos, que no dañan el medio ambiente, que no causan problemas ambientales y, sobre todo, que no son contaminantes.

Y por ello advierte que el uso de agroquímicos en Michoacán debe ser regulado para evitar su uso masivo y sin ningún control: “La aplicación de estos productos impactan no solo donde son aplicados, sino que se desplazan a través de filtraciones a mantos acuíferos o por medio del aire” y comentó que“ tienen estudios del impacto que generan en lagos como Pátzcuaro, Zirahuén y Chapala” productos químicos como el glufosinato, glifosato o el paraquat.

Aguacate

Berries o Frutillas

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