lunes, 27 de enero de 2025
La misma superficie con un 30% más de productividad. Una cosecha más por año con los mismos cultivos. Las posibilidades que trae el uso del riego en la agricultura van mucho más allá de una mayor ganancia y rentabilidad para el productor. El uso aplicado de la tecnología puede ser el camino más eficiente hacia la misión más importante de la agroindustria: satisfacer la demanda de producción de alimentos. Una demanda que sigue aumentando.
Para el año 2050, según la FAO, el mundo tendrá aproximadamente 9,000 millones de habitantes, lo que requerirá un aumento de la oferta alimentaria en alrededor del 60%. Para mantener el ritmo de producción en el campo y atender este repunte de la demanda, el riego ha consolidado su rol protagónico, especialmente en América Latina, zona muy importante considerada como el granero del mundo.
La agricultura, la ganadería, la industria química y de maquinaria, el sector de servicios y tecnología, organismos gubernamentales y no gubernamentales continúan proponiendo, creando y aplicando soluciones para superar el principal desafío de nuestro tiempo: ayudar a alimentar al mundo.
Beneficios potenciales que aún se deben explorar más a fondo
Para satisfacer la demanda de alimentos de una población en constante crecimiento es necesario utilizar herramientas que incrementen la producción.
El riego por goteo es una de ellas. Aplica el agua y nutrientes a la planta lo más cercano posible a su sistema radicular, por lo que el ahorro de agua es muy superior a lo que se logra con otros tipos de irrigación, además las raíces tratan de profundizar en el suelo buscando el suministro de agua y no establecerse cerca de la superficie como cuando el riego es aéreo o por sobre el suelo. Sus principales beneficios se ven reflejados en el aumento de rendimientos, calidad, eficiencia en el uso del agua y habilidad para cultivar en tiempos de sequia al mismo tiempo que reduce costos en energía y trabajo manual.
El riego por pivote central es otra de ellas. Hoy se riegan 185 millones de hectáreas en el mundo, de las cuales 26.3 millones se riegan por pivote central. Se estima que esto equivale a solo el 18% de toda la tierra cultivada en el mundo, a pesar de que estas tierras son responsables del 40% de todos los alimentos producidos. Países como México, Brasil, Paraguay, Bolivia, Colombia y Nicaragua continúan a un ritmo acelerado de producción y atraen las miradas del mundo como regiones importantes para recibir inversiones de tecnología como la agricultura de riego, y garantizar la seguridad alimentaria del mundo.
El impacto del riego en el futuro.
Solo en Sudamérica, la previsión de producción de granos en la cosecha 2024/25, en fase inicial de siembra, es de 212 millones de toneladas. Un aumento del 7% sobre los 198 millones de toneladas en la temporada récord 2021/22.
Este crecimiento es también consecuencia del crecimiento promedio del riego en la región. Según estudios, existe una visión optimista del potencial de expansión del riego en América Latina, se estima la posibilidad de crecimiento de más del 76% con un uso del agua 66% más eficiente.
“Hemos aumentado la capacidad de producción de equipos en nuestras fábricas de América Latina. Con más pivotes de riego en el campo, estamos seguros de que vamos a ver un aumento directo en la capacidad productiva de todos los países y, en consecuencia, en la disponibilidad de alimentos ", señaló Dimas Rodrigues, vicepresidente de Riego en Valley América Latina, y concluye que "ésta es la forma de crecer de manera sostenible, con los mismos recursos y, en consecuencia, aumentando la seguridad alimentaria de la población".
El crecimiento sostenible
El sector agrícola mundial produce alrededor de 5,500 millones de toneladas de alimentos. Y la mitad de este volumen se produce en solo el 20% del área que se riega, lo que demuestra la importancia de la tecnología de irrigación.
La mayor inversión en riego, además de contribuir a la aceleración de esta producción mundial, tiene un impacto directo en la calidad del medio ambiente. Al fin y al cabo, el agua involucrada en el proceso no se consume, solo se usa y se devuelve al medio ambiente. Esto se debe a que la planta absorbe un porcentaje muy pequeño en comparación al volumen que se infiltra en el suelo, alimentando así las aguas subterráneas y los manantiales.
Riego